Si estás pensando en comprar motos en 2025, es normal que te sientas un poco perdido: hay muchísimos modelos, estilos, precios y cilindradas. Cada tipo de moto está pensada para un tipo de uso diferente, y si no sabes por dónde empezar, puedes acabar gastando más de lo necesario o eligiendo una moto que no encaja con tu día a día.
En esta guía completa te explico de forma sencilla los tipos de motos, para qué sirve cada una, qué debes tener en cuenta antes de comprar, y te doy ejemplos de modelos ideales para cada modalidad.
Así podrás comprar tu moto con seguridad, sabiendo que eliges la que realmente necesitas.
Qué debes tener en cuenta antes de comprar una moto
Antes de lanzarte a comprar motos, piensa en estos puntos:
1. Tu experiencia
Si eres principiante: mejor una 125, scooter o naked pequeña.
Si ya tienes experiencia: puedes mirar naked medias, trail o incluso deportivas.
·Si ya tienes experiencia: puedes mirar naked medias, trail o incluso deportivas.
2. El uso que le vas a dar
- ¿Será para ciudad?
- ¿Viajes largos?
- ¿Carretera y curvas?
- ¿Off-road o caminos?
- ¿Una mezcla de todo?
La clave para comprar motos es entender para qué la necesitas.
3. Presupuesto
El precio no es solo la moto: también cuenta el seguro, mantenimiento, impuestos y equipamiento.
4. Comodidad y postura
Cada tipo de moto tiene una postura distinta: más erguida, más deportiva o más relajada.
Motos para ciudad: movilidad rápida y eficiente
Si lo que buscas es moverte por la ciudad sin complicarte, lo mejor es mirar motos pensadas para movilidad urbana.
Aquí entran:
Scooters
Son ideales para empezar y para usar día a día. Tienen transmisión automática, consumen poco y son súper cómodas.
Ventajas para comprar este tipo de moto:
- Muy fáciles de conducir.
- Mucho espacio de almacenaje.
- Consumo muy bajo.
Ejemplos recomendados:

Naked: equilibrio entre ciudad y carretera
Si quieres una moto más versátil, las naked son una de las mejores opciones al comprar motos.
Son ágiles, tienen potencia suficiente para carretera, y son cómodas para el día a día.
Ventajas:
- Postura cómoda.
- Gran maniobrabilidad.
- Mantenimiento accesible.
Ejemplos recomendados:

Trail y adventure: para todo tipo de terrenos
Las motos trail son perfectas si quieres una moto cómoda, alta y válida tanto para carretera como para pistas sin asfaltar.
Si estás pensando en comprar motos polivalentes, esta modalidad es de las mejores.
Ventajas:
- Postura muy cómoda y erguida.
- Buena visión en carretera.
- Aptas para viajes largos.
Ejemplos recomendados:

Deportivas: potencia y adrenalina
Si buscas velocidad, curvas y sensaciones fuertes, quizás quieras comprar motos deportivas.
Eso sí, suelen ser menos cómodas para el día a día y tienen un mantenimiento más elevado.
Ventajas:
- Potencia y aceleración impresionantes.
- Aerodinámica brutal.
- Perfectas para circuito o rutas deportivas.
Ejemplos recomendados:

Touring: comodidad para viajar
Si lo tuyo son los viajes largos, las motos touring o sport-touring son las más cómodas del mercado.
Si vas a comprar motos para rutas largas, este es el tipo ideal.
Ventajas:
- Gran protección aerodinámica.
- Asientos muy cómodos.
- Mucho espacio para equipaje.
Ejemplos recomendados:

Off-road y enduro: para aventuras extremas
Si tu objetivo es salir del asfalto y meterte por caminos complicados, entonces deberías comprar motos diseñadas para off-road.
Ventajas:
- Muy ligeras.
- Suspensiones largas.
- Ideales para caminos, dunas y montaña.
Ejemplos recomendados:

Comprar motos no es solo mirar la que más te gusta por estética. Para elegir bien debes tener claro:
✔️ Para qué la vas a usar.
✔️ Cuánta experiencia tienes.
✔️ Qué tipo de conducción te gusta.
✔️ Cuánto quieres gastarte.
En 2025, hay opciones increíbles para todos los gustos y necesidades: desde scooters súper prácticos hasta trail polivalentes, naked equilibradas o deportivas espectaculares.
Lo importante es elegir una moto que te haga sentir cómodo, seguro y que encaje con tu día a día.
Comprar tu moto ideal no solo te dará libertad, sino que hará tus trayectos más divertidos y eficientes. ¡Y eso no tiene precio!

